La Calzada de la Ciudad Perdida

Mi mamá nacio en Granada, y desde chiquita me llevaba religiosamente a su cuidad. Me daba a probar los dulces y las bebidas típicas que solo se encuentran ahi o que según ella aseguraba, como buena granadina, " son mejor en Granada". Paseabamos en coche y cuando pasabamos las artesanías me decía: "¡Bajemonos, vas a ver que lindo! Me inculcó esa habilidad de hacerme ver lo lindo en lo sencillo, de apreciar lo que cuesta y de ella aprendí que así, igual que el trabajo artesanal, la belleza de la vida está en los detalles, que la belleza de lo creado con las manos está en la sencillez de hacer un buen trabajo y la entrega de corazón.

Cuando la persona que encargo La Calzada de la Ciudad Perdida, me pidió que incluyera algo símbolico de Granada en la obra, me emocioné mucho por dos razones. La primera: Fué mi profesora en el colegio y me enorgullece ahora poderle devolver un poquito de la dulzura que siempre la ha caraterizado. La segunda razón: La magia de todo lo que la Ciudad Perdida representa y la Ciudad de Granada es algo que ha siempre sido parte de mí y fue mi oportunidad de plasmarlo en lienzo, ,como si fuera un regalo para quien viva la obra. El proceso fue darle vida a los faroles que iluminan las carcajadas de las tarde, ponerle color al incienso que vuela desde la catedral y darle forma a los volcanes que se ven en la distancia, recordando la solemne tierra a la cual pertenece Granada. Navegan también cuatro barcos en el agua, que simbolizan los integrantes de su familia. Aunque van por diferentes rumbos, lo hacen sin perderse de vista, así acompanandose en el viaje de la vida. Después de mucho analisis, he llegado a la conclusión que lo más lindo y al mismo tiempo desafiante del proceso creativo no es el lograr o no copiar la realidad, si no lograr capturar la esencia de los momentos, esos colores que parecen cantar cuando el sol los toca, esos aires que no se pueden relatar, que solo pueden soñarse.

Aunque ya no sea esa niña que viaja con ella a Granada los domingos,llevo siempre en mí su voz que en cada paso que doy en mi carrera me dice:"Bajemonos, vas a ver que lindo". Esa es la magia de crear.